viernes, 20 de mayo de 2011

Cuando menos lo esperas (I parte)

Me abriga una espesa neblina producto del olvido, del sinsabor, de la nostalgia. Me guindo de un autobús con destino hacia el futuro.


No tengo ni una moneda en mis bolsillos, sólo un vale firmado por un tal presente. Mi maleta esta llena de recuerdos y la satisfacción de llevar aun una foto descolorida por las lágrimas de sal y azúcar de una linda señorita conocida como sonrisa.



Sólo sé que mi sociedad con ese señor, acaudalado y famoso, llamado seguridad, me ha traído hasta donde estoy, salvo por ese eterno amigo, poco agraciado, pero célebre llamado orgullo. Los tres si que hemos tenido aventuras, batallas y tertulias…



-¡Siguiente parada!



- Debo bajar acá, es hora de un café y las noticias del día.



Buenas nuevas, ese empleo que busco está en los clasificados, sólo debo presentarme junto a seguridad, pero anoche se embriagó con orgullo y de seguro él querrá colarse, mejor no le digo nada, sólo seguiré sus consejos acertivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario